La Sagrada Congregación para la educación católica contiene manuales prácticos para los educadores y orientaciones para las universidades. Ésta establece directrices para las escuelas católicas, muchas de ellas de orden religioso o creadas y dirigidas por congregaciones religiosas. Particularmente, supervisan la calidad del servicio, la formación de los docentes, la educación religiosa y la atención pastoral de los alumnos.

 

Este dicasterio, también vigila a las universidades católicas, buscando la aplicación de la Constitución Apostólica "Ex Corde Ecclesiae". En ellas busca la profundización en las diversas disciplinas y la formación de las diferentes formas de pastoral universitaria.

 

Frente a las universidades pontificias o institutos de estudios eclesiásticos, según la Constitución Apostólica "Veritatis Gaudium", ratifica sus estatutos y el nombramiento de sus rectores, ejerce una alta dirección sobre ellas y vela porque se salvaguarde la integridad de la fe.

 

La Congregación para la Educación Católica, cuenta con un directorio de 217.000 escuelas católicas, 1.360 universidades católicas, 487 universidades y facultades eclesiásticas y pontificias, con cerca de 11 millones de estudiantes en la educación superior.

 

Cuenta también con la Fundación Pontificia "Gravissimum Educationis'', para apoyar la investigación y proyectos en el campo educativo.

 

Mantiene relaciones externas con la UNESCO, el Consejo de Europa y la Unión Europea.

 

A partir del proceso de Bolonia, se creó la agencia AVEPRO, encargada de evaluación y promoción del desarrollo y la calidad de los estudios eclesiásticos, realizando evaluaciones externas de cada institución cada cinco años.

 

Cuenta también con el Centro Internacional de Reconocimiento, el cual  gestiona las bases de datos en todas las instituciones de educación superior erigidas o aprobadas por la Santa Sede.

 

Mediante directriz del 13 de mayo de 2021, se establecieron los lineamientos para la aplicación de la modalidad de enseñanza a distancia en las facultades o universidades eclesiásticas, la cual invita a crear redes entre diferentes instituciones y la aplicación de las tecnologías de la comunicación y la información.

 

La Federación Internacional de Universidades Católicas, de creación pontificia, desde 1948, colabora con la Congregación para la Educación Católica, en sus diferentes frentes.

 

La Universidad Católica Luis Amigó, como universidad católica, creada por una congregación religiosa y erigida canónicamente mediante decreto arquidiocesano, cuenta también con la vigilancia del obispo diocesano, a quien se deben remitir informes periódicos sobre la gestión de la universidad y quien en sus informes quinquenales a la Santa Sede, debe reportar también, lo relativo a los desarrollos de la institución.