La tipología hace alusión a aquello que la caracteriza, dentro de las múltiples posibilidades de clasificación o posibilidades de categorización, resaltando sus particularidades y diferencias con otras que puedan tener modelos semejantes.

 

En nuestro caso, nos identificamos como Universidad, privada, católica y amigoniana.

 

Para el análisis del carácter de las Instituciones de Educación Superior en Colombia, debemos remitirnos a sus fuentes legales: decreto 080 de 1980, ley 30 de 1992, decreto 1212 de 1993

y ley 749 de 2002.

 

El concepto "Universidad" es de naturaleza equívoca. Se atribuye a una comunidad de estudiosos, en la que interactuan docentes y alumnos en el desarrollo de las funciones de investigación, docencia, extensión y proyección social y aún otras transversales como el bienestar institucional y la cooperación interinstitucional, en escenarios locales e internacionales. 

 

No obstante, algunos lo identifican de manera genérica e inapropiada con centros de formación e instrucción, con fines de formación en competencias para desarrollar una actividad, llegando incluso a asimilar los centros de formación para el trabajo y el desarrollo humano, como universidades, a sabiendas que su pretensión es formar en competencias técnico laborales, que no conducen a título sino a certificación de aptitud ocupacional y cuya autorización deviene de las Secretarías de Educación y no del Ministerio de Educación Nacional.

 

Las instituciones de educación superior, cualquiera sea su carácter, tienen personería jurídica otorgada por el Ministerio de Educación Nacional, deben contar con registros calificados para el ofrecimiento de sus programas y desarrollan funciones sustantivas, conforme con la naturaleza de su carácter académico.

 

De conformidad con la ley 30 de 1992, las instituciones en Colombia se clasifican según su CARÁCTER ACADÉMICO y su NATURALEZA JURÍDICA.

 

Según su carácter académico, son instituciones técnicas profesionales, instituciones tecnológicas, instituciones universitarias y universidades.

 

La Universidad Católica Luis Amigó, nació como institución universitaria, con el nombre de Fundación Universitaria Luis Amigó, fue fundada por la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos y su gestor fue el Padre Hernando Maya Restrepo. Obtuvo su personería jurídica, según resolución 17701 de noviembre 9 de 1984 y logró su transformación a Universidad, 32 años después, según resolución de reconocimiento número 21211 de noviembre 10 de 2016 del Ministerio de Educación Nacional. En el año 2021 cumplimos 37 años como institución de educación superior, de los cuales cinco son con el nuevo carácter como Universidad. 

 

A pesar de que nuestra institución se denomine Universidad Católica Luis Amigó, seguimos siendo una fundación, así este calificativo no aparezca en su nombre.

 

¿Qué semejanzas hay entre una institución universitaria (antes Fundación Universitaria Luis Amigó) y una universidad (hoy, Universidad Católica Luis Amigó)?     

 

 

La institución universitaria oferta programas profesionales en ocupaciones, profesiones y especializaciones, mientras que la universidad, además de lo anterior también desarrollan maestrías, doctorados y postdoctorados. El ofrecimiento de maestrías y doctorados en las instituciones universitarias está supeditado al cumplimiento de ciertos requisitos consagrados en la ley 30 de 1992.

 

 

La universidad, además de realizar formación académica en profesiones o disciplinas, producirá, desarrollará y transmitirá el conocimiento y la cultura nacional e internacional.

 

Ofertará maestrías, doctorados y postdoctorados, contará con una planta docente con formación para la investigación y la generación de nuevo conocimiento.

 

Se visibilizará en el escenario nacional e internacional mediante el intercambio de experiencias con pares de igual naturaleza.

 

Fortalecerá sus condiciones de infraestructura física y tecnológica y vinculación de talento humano con capacidad de innovación científica y tecnológica.

 

La universidad es un compromiso con la educación superior del país y la comunidad internacional. Generará también procesos e inversiones que permitan crear un nuevo conocimiento con capacidad de innovación y desarrollos e impacto en la sociedad.

 

 

Desde lo pragmático, es más fácil establecer nexos con la comunidad internacional, generar alianzas de cooperación interinstitucional pues en algunas comunidades científicas y otras latitudes, no se conoce en su propio sentido, el concepto de Fundación Universitaria.

 

Se suprimen imaginarios frente al término de Fundación, tradicionalmente asociado a obras pias y benéficas.

 

Relanza la imagen de la Universidad en todos los contextos, identificándose con lo que por naturaleza le corresponde: ser un centro de formación humano y profesional con capacidad de generar, conservar y transmitir conocimiento.

 

A pesar de ofrecer la educación, como un servicio público, somos una Universidad privada, en su fundación, consolidación y desarrollo. Como Universidad privada, generamos nuestros propios recursos, se administran y se distribuyen en el cumplimiento del objeto educativo. No tiene ánimo de lucro y por ende sus excedentes no se distribuyen ni a sus creadores ni administradores, sino que se invierten en su propio objeto: la educación.

 

A pesar de estar vigilada por el Ministerio de Educación Nacional y estar obligada a rendir cuentas ante diversos órganos estatales, no recibe subsidios por parte del Estado para garantizar su operación.

 

Fue fundada por la Congregación de Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores de la provincia de San José, mediante escrituras públicas 480 y 5300 de 1983 de la notaría 6 del círculo de Medellín.  

 

 

Conforme con la Constitución Apostólica "Ex corde Eclessiae" de Juan Pablo II, publicada en 1990, como universidad católica, hemos de ser una comunidad académica que, de modo riguroso y crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la herencia cultural, mediante la investigación, la enseñanza y los demás servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales. Debemos salvaguardar los derechos de la persona y de la comunidad, dentro de las exigencias de la verdad y el bien común.

 

En la universidad católica la investigación debe abarcar la integración del saber, el diálogo, fe y razón, una preocupación ética y una perspectiva teológica. 

 

Esta constitución pide a las congregaciones religiosas, fundadoras de las universidades católicas, como es el caso de los Religiosos Terciarios Capuchinos, que ayuden a renovarse en su tarea y que sigan preparando religiosos capaces de ofrecer una positiva contribución para la misión de la universidad católica.

 

Desde lo misional, debemos servir a la iglesia y a la sociedad, desarrollar una adecuada pastoral universitaria, fortalecer el diálogo cultural y la evangelización. No es gratuita la creación de una Coordinación de Pastoral y Formación Humana, pues esta nueva Unidad orgánica, obedece al interés de fortalecer nuestra identidad católica y amigoniana, en la articulación de un carisma congregacional con la reflexión académica y la práctica pastoral, en la lógica de unir la catolicidad, la amigonianidad, el diálogo fe y razón, la apertura a las diferentes culturas y una adecuada práctica pastoral.

 

Como universidad católica, se debe buscar la articulación de la pastoral, con un humanismo integrador y dignificante de personas y comunidades.

 

Una universidad católica exigirá, docentes en el contexto de una coherente visión del mundo que integran fe y cultura y propenden por una vida auténticamente humana. Se pide que los estudiantes armonicen el desarrollo humanístico y cultural con la formación profesional, que busquen la verdad y den significado a la vida. Los directivos y el personal administrativo debemos promover el desarrollo constante de la universidad desde el servicio, la dedicación y el testimonio y los laicos que sirven en ella, deberán tener valentía y creatividad intelectual para afrontar las demandas y retos de la cultura.

 

Como universidad católica fuimos erigidos mediante Decreto 062 de mayo de 1993 por el entonces Arzobispo de Medellín, Héctor Rueda Hernández. Debemos cumplir las disposiciones del decreto C1 de 1995 de la LX Asamblea Plenaria Ordinaria de la Conferencia Episcopal de Colombia. Nuestros estatutos deben ser aprobados por el señor Arzobispo de Medellín, lo cual se ha realizado de la siguiente manera: decretos 07/AE/99 del 24 de febrero de 1999, 72/EFULA/2004 del 11 de octubre de 2004, 47G/11 del 19 de diciembre de 2011, 150G/14 del 4 de noviembre de 2014, 420G/2021 del 13 de mayo de 2021.

 

Como universidad hemos de ser una comunidad de estudiosos, que  se orienta a la verdad, se aproxima a la cultura como misión, realiza diálogo entre disciplinas y desarrolla funciones sustantivas. Cómo católica hemos de inspirar las funciones sustantivas según los ideales, principios y actitudes católicas,  permanecer  vinculada a la iglesia por compromiso de sus fundadores o por vínculo formal estatutario y declarar una catolicidad en una misión y  promoverla.

 

Dado nuestro carácter de Universidad católica, hemos establecido vínculos asociativos con la Federación Internacional de Universidades Católicas (entidad con aprobación pontificia) de la cual hacen parte más de 250 universidades en todo el mundo; ODUCAL que es una red de Universidades Católicas de América Latina y del Caribe en calidad de asociado regional de la FIUC y de la red de Universidades Católicas de Colombia, de la cual hacen parte cerca de 23 instituciones de educación superior del país. 

 

 

 

Como universidad, comunidad de estudiosos, católica, orientada según los ideales y principios católicos, somos amigonianos. Esto implica una identidad, a partir de la inspiración de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra señora de los Dolores, con participación genuina de su tradición carismática desde finales del siglo XIX, con una teoría y un sistema pedagógico propio, comprometida en el servicio de la fe, la promoción del desarrollo social, la dignidad humana, de acuerdo con los planes apostólicos de la misma Congregación, quien salvaguardará permanentemente los objetivos que han inspirado a nuestra Universidad desde su fundación, asegurando el fomento adecuado de un ambiente que propicie la vivencia católica en todas sus manifestaciones. Por esto, la Congregación mantendrá en todos sus niveles una presencia activa de miembros de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos, velará por mantener en los diferentes niveles de la Universidad, una presencia activa de miembros de la congregación, los cuales se incorporarán según su cualificación y competencia.

 

 

En Colombia hay universidades católicas creadas por iglesias diocesanas, institutos religiosos o por grupos de laicos.

 

Como universidades católicas tenemos:

 

Universidad Católica de Colombia, Universidad Católica de Pereira, Universidad Católica de Oriente, Universidad Católica de Manizales, Universidad Católica Luis Amigó. 

 

También son católicas, con carácter pontificio solo dos en Colombia, con dependencia directa de la Santa Sede: Pontificia Universidad Javeriana y Universidad Pontificia Bolivariana. 

 

Hay también instituciones universitarias católicas como la Corporación Tecnológica Católica de Occidente, Fundación Universitaria Católica del Norte, Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium. 

 

Son también católicas pero no tienen este adjetivo en su denominación las siguientes instituciones universitarias: Abraham Escudero Montoya, Fundación Universitaria Cervantina San Agustín, Fundación Universitaria Claretiana, Fundación Universitaria Juan de Castellanos, Fundación Universitaria Monserrate, Fundación Universitaria del Espinal, Corporación Universitaria Minuto de Dios, Corporación Universitaria Lasallista, Institución Universitaria Salazar y Herrera, Institución Universitaria Cesmag, Universitaria Agustiniana, Fundación Universitaria Salesiana, Fundación Universitaria San Pablo, Fundación Universitaria Juan Pablo II, Tecnológico Coredi. 

 

Son universidades católicas pero no tienen este último adjetivo en su denominación: Universidad de la Salle, Universidad San Buenaventura, Universidad Santo Tomás, Universidad Mariana, Universidad La Gran Colombia, Universidad de la Sabana.    

 

En conclusión, nuestra tipología es ser Universidad, privada, católica y amigoniana.