PROGRAMA DE GASTRONOMÍA, OFRECE CAPACITACIONES ENRIQUECEDORAS DE CONOCIMIENTOS CULINARIOS A COMUNIDADES VULNERABLES

Recientemente en los laboratorios del Programa de Gastronomía de la Universidad Católica Luis Amigó, se llevó acabo el cierre de capacitaciones en cocina para comunidad vulnerable con proyectos de emprendimiento en el arte culinario.

Al respecto hablamos con Sugey Elena Anaya García, Directora del Programa de Gastronomía y Daniel Muñoz Quintero, profesor y encargado de realizar las capacitaciones.

¿En qué consisten estas capacitaciones?

El programa de Gastronomía le apuesta a la transformación social de las comunidades, en este caso, las capacitaciones tenían como propósito transmitir conocimiento a una comunidad que normalmente tiene dificultades para acceder a un espacio educativo, no tiene los recursos ni tiempo para invertir. La intervención se llevó a cabo con poblaciones vulnerables y se acompañaron en el proceso de aprendizaje en temáticas relacionadas con la gastronomía.

¿Cuál es el objetivo?

La mayoría de asistentes tienen emprendimientos relacionados con la cocina, la pretensión fue la de apoyar estos procesos con conocimientos específicos de gastronomía, se ahondaron temas de cocina básica y se apoyó a cada participante con dudas específicas sobre su empresa o idea. Los participantes que no tenían emprendimiento, les llamaba la atención el tema para mejorar su alimentación y en obtener conocimientos en esta área.

¿Qué se espera con este programa?

Apoyándonos en una frase misional de la escuela para la inclusión de la Alcaldía de Medellín: “transformar vidas a través de las oportunidades “, quisimos aportar nuestro granito de arena como institución y programa a un grupo poblacional que quizá no tenía las capacidades económicas para acceder a este tipo de espacios. Además, pretendemos que la información brindada sea de interés y útil para su crecimiento personal y económico. Sumado también a la posibilidad, de visibilizar a nivel regional el programa de Gastronomía.

¿Quiénes asistieron?

Las capacitaciones iban dirigidas a personas con emprendimientos y que presentaban limitantes de diferente índole, para poder acceder a espacios de formación. La convocatoria fue apoyada por la dirección de la escuela para la inclusión y se tuvo un impacto promedio de 18 personas.

¿En dónde se realizaron las capacitaciones?

Las sesiones teóricas fueron abordadas en las instalaciones de la escuela para la inclusión, ubicada por el sector de La Candelaria en Medellín y el evento de cierre del curso, se llevó a cabo en los laboratorios de cocina del programa de gastronomía de nuestra Universidad.

¿Qué aspectos importantes del evento puede resaltar?

Primero que son acciones coherentes con la misión y visión de la Universidad y del programa. Todos tenemos ese espíritu amigoniano en las venas. Segundo, somos parte de esas oportunidades que pueden tener los participantes y definitivamente un programa académico transciende cuando le apuesta a la interacción con las comunidades, transformándola y apoyando para lograr obtener un mejor estilo de vida en cada uno de sus integrantes.

¿Cuál es el papel de la Universidad?

Es indiscutible la vocación pedagógica institucional, que potencia la formación y el desarrollo de los seres humanos, en concordancia a esto, la comunidad universitaria debe ser partícipe de espacios que aporten y que contribuyan al desarrollo integral de la sociedad. Todos los programas que brinda la Universidad deben tener esto claro y es allí donde se extiende la invitación a que sean parte del proceso, a través de este tipo de acciones.

¿Ya se habían realizado antes?

Con la escuela para la inclusión de la Alcaldía de Medellín, no. Si se habían llevado a cabo otros eventos, por ejemplo, con uno de los CEDEZOS, pero específicamente esta estrategia se pudo llevar a cabo gracias a la coordinación del CEiT, que generó y sostuvo los lazos entre ambas entidades.

¿Una conclusión?

Es una experiencia muy bonita y enriquecedora, a veces nos concentramos solo en un sector productivo y olvidamos que detrás de esto se tiene una fuerza laboral muy relevante. Muchas de estas personas no han tenido las oportunidades que otros si hemos tenido, y creer que este acompañamiento y capacitación les pueda brindar alguna luz, una esperanza, te llena el corazón, algo bueno debe salir de todo este esfuerzo, no solo esfuerzo nuestro como institución sino también de ellos, que quizá no tengan un peso para el desplazamiento o tengan necesidades que no permitan la asimilación del conocimiento brindado.

Oficina de Comunicaciones y Relaciones Públicas
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