Alejandra Saldarriaga
Universidad Nacional de la Plata - Argentina

Alejandra Saldarriaga Vargas una joven apasionada por la investigación periodística y la inclusión de género, encontró en un intercambio universitario la oportunidad de crecer, tanto académica como interiormente. 

Oriunda de Andes, municipio ubicado al suroeste antioqueño, Alejandra, abandonó parcialmente su terruño para realizar sus estudios universitarios de Comunicación Social en la Fundación Universitaria Luis Amigó. Tiene 20 años, es hija de Hernando Saldarriaga; agricultor y cerrajero de este municipio; y Luz Marina Vargas, quien se desempeña como estilista profesional.

Alejandra siempre había querido tener la oportunidad de conocer otro país, la posibilidad de familiarizarse con otro contexto, cultura y tipo de personas, y fue entonces como, por medio de la Oficina de Cooperación Institucional (OCRI), pudo acceder a un intercambio universitario; una experiencia que define como maravillosa e enriquecedora.

Fue entonces como emprende, en el segundo semestre del 2011, una travesía que al finalizar le dejaría un sinnúmero de experiencias significativas de las cuales hablaría en la posteridad con patente brillo en sus ojos. 

El país elegido: Argentina; la institución: Universidad Nacional de la Plata; su motivación: fortalecer el trabajo de grado por medio de los cursos de derechos humanos y las temáticas de género que surgieron a partir del movimiento feminista que se presenta en este lugar. 

"Llegar a la universidad y ver que había una cátedra de integración latinoamericana desde una perspectiva de género me llenó de emoción y me generó muchas expectativas", concluye.

Expectativas cumplidas
Y hablando de expectativas, dice que no solo se cumplieron sino que se sobrepasaron, pues tuvo no sólo la posibilidad de adquirir nuevos aprendizajes desde la teoría de algunos autores sino también desde la exposición presencial de los mismos: "al llegar a la universidad , tuve la posibilidad de conocer a Nestor García Canclini, Jorge Huergo, Rita Segato, Gabriela Barcaglioni; y entablar más o menos relación con Judith Barrier […] Son cosas a las que uno normalmente no se imagina que pueda tener acceso y llegar a ese país y poder recibir todo eso es verdaderamente gratificante". 

La mejor experiencia de su vida
Además de lo académico, encontró en Argentina un espacio propicio para pensarse a sí misma, un entorno de calidad humana y la oportunidad de vivir una aventura propia de los denominados "mochileros": "faltando una semana y media para terminar el intercambio y con otros cinco compañeros nos fuimos de mochileros hasta Chile, […] fue no tener que comer, donde dormir o bañarme, sentir en muchas ocasiones frustración pero también mucha felicidad cuando un carro nos recogía, cuando nos quedábamos hablando con los camioneros y nos invitaban a comer, cuando nos acostábamos en una carpa y salíamos a mirar las estrellas toda la noche, cuando teníamos los pies cansados pero luego encontrábamos donde descansar porque pasábamos noches enteras en un camión mientras el señor conducía […] Es la experiencia más hermosa que he vivido". 

De la experiencia vivida durante su estadía en Argentina, Alejandra tiene muchas anécdotas para compartir y la invitación a la comunidad estudiantil para que aproveche estos espacios que actualmente ofrece la Funlam: "tener otra perspectiva y otra manera de hacer y de ver las cosas nos brinda mucha madurez profesional y personal. Yo pienso que si es una oportunidad que se nos ofrece a todos los estudiantes, hay que tomarla y calificarse para poder acceder a ella". 

Es una "feminista en formación", una mujer preocupada por la visibilización de la mujer en los escenarios sociales y políticos de Antioquia; y que con junto a su otra pasión, el periodismo investigativo, busca contribuir en la modificación de las "conductas discriminadoras y machista que se han naturalizado en el ámbito cultural".