La comunidad universitaria —compuesta por estudiantes, docentes y personal administrativo— respondió de manera entusiasta al llamado, uniéndose con un objetivo común: salvar vidas a través de un acto voluntario, altruista y responsable. Gracias a esta iniciativa, se logró recolectar un número significativo de unidades de sangre, fundamentales para atender emergencias médicas, intervenciones quirúrgicas y tratamientos de pacientes con enfermedades que requieren transfusiones continuas.

La jornada no solo se centró en la recolección de sangre. También se desarrollaron actividades de sensibilización orientadas a informar y educar sobre la importancia de la donación frecuente y segura, resolviendo dudas y desmitificando creencias erróneas que aún persisten sobre este proceso.

Desde la institución se extiende un sincero agradecimiento a todos los donantes por su valiosa contribución y a quienes, aunque no pudieron donar, participaron activamente apoyando esta noble causa. Una vez más, la solidaridad universitaria se hizo presente, recordándonos que pequeños actos pueden generar grandes cambios en la vida de muchas personas.

¡Gracias por donar vida!