Foto de: Carolina Ramírez

Carolina Ramírez, graduada en Derecho de la Universidad, recientemente participó como ponente en el XIII Congreso Latinoamericano de Epilepsia en República Dominicana, un evento que reunió a expertos y activistas de toda la región tanto para debatir como para desmitificar esta condición.

La graduada menciona que participar en este congreso fue una experiencia sumamente gratificante. Pudo resaltar la importancia de hablar abiertamente sobre la epilepsia, una condición que afecta a muchas personas estando aún rodeada de mitos y estigmas. Ella enfatizó la necesidad de generar conciencia sobre la epilepsia, promoviendo la inclusión junto al apoyo para pacientes y cuidadores.

Su interés por el tema surgió de su propia experiencia como paciente. Conoce de primera mano las dificultades y los prejuicios que enfrentan las personas con esta condición, tanto en Colombia como en América Latina. Su participación en estos espacios es una forma de contribuir a la educación sobre la epilepsia, mostrando que no es una enfermedad aislada, que aquellos que la padecen pueden llevar vidas plenas y productivas.

Además, Carolina es creadora de La Fundación Renacer con Amor, que nació de su deseo de proporcionar un espacio de apoyo para pacientes con epilepsia y sus cuidadores, algo que ella misma sintió que faltaba en Colombia. La fundación se dedica a educar, generar espacios de inclusión y desmentir los numerosos mitos que aún existen sobre la epilepsia. A través de charlas sobre primeros auxilios, difusión de la Ley 1414 de 2010 (la Ley de la Epilepsia) así como entrevistas con especialistas, la fundación trabaja incansablemente para mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición.

La amigoniana espera que su participación en el congreso inspire a otros pacientes con epilepsia y sus familias, mostrando que es posible superar las barreras para construir un proyecto de vida exitoso. Además, subraya la importancia de que los médicos sean más empáticos con sus pacientes y que la comunidad en general reconozca el valor de la inclusión.

Finalmente, Carolina ofrece un consejo a otros graduados: “si tienen un sueño que se aleja de lo tradicional, deben perseguirlo. Aunque pueda haber miedo e incertidumbre, la satisfacción de ayudar a otros, de seguir un proyecto de vida auténtico y significativo vale la pena. La diversidad de ideas y proyectos también es válida tanto como necesaria en nuestra sociedad.”