En una fría y pequeña habitación, atravesando bastos matorrales, se encuentran cinco cachorros de raza pitbull en absoluta oscuridad, sobreviviendo a base de pan y poca agua, atados con cuerdas y durmiendo entre sus propios desechos. Allí, además, los acompaña otro perro mestizo de mayor tamaño, pero no en mejores condiciones.