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Mucho más que un TECHO

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“La causa principal de la pobreza es un sistema económico que ha hecho que la gente se deje guiar por el dios del dinero”
Papa Francisco

Colombia es uno de los países con peor distribución del ingreso y manejo de dineros en Latinoamérica según informes del Banco Mundial, del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Colombia ocupa el tercer lugar de la lista de países con mayor número de desplazados. Aun así, existen organizaciones sociales como TECHO que luchan por un país sin pobreza.

TECHO es una organización chilena que nació en 1997, pero hoy está presente en 22 países de Latinoamérica y el Caribe. Llevan 10 años de labores y su objetivo principal es la superación de la pobreza extrema a través del desarrollo comunitario, así lo afirma Ana María Acosta, Directora General  TECHO en Medellín.

Trabajan directamente en asentamientos informales, los cuales se definen como lugares que no cuentan con servicios públicos, alcantarillado, acceso a la educación y carreteras, entre otras. Son lugares que no están dentro de las zonas poblacionales definidas por los entes territoriales y por ende no son reconocidos geográficamente por el Estado. Sin embargo, las personas que allí habitan son en su mayoría víctimas de conflicto armado y desplazamiento forzoso. Esto los ha obligado a construir sus casas no donde quieren sino donde pueden.

TECHO lucha por fomentar un liderazgo dentro de las comunidades y un ahorro familiar. Para acceder a una vivienda con ellos cada familia debe postularse y luego ser evaluados por medio de encuestas por varios meses para saber en qué estado de  vulnerabilidad se encuentran, cuántos integrantes, niños y capacidad de un ahorro a futuro para un mejor futuro.

Las viviendas son prefabricadas y en madera, este modelo de vivienda de emergencia ya ha sido evaluado y avalado por varios arquitectos, “lo que garantiza que no sea una carga muy grande dentro del territorio, y no genere ningún riesgo de infraestructura”, dice Ana María Acosta.

Para TECHO si es posible salir adelante y superarse, por eso promueven empleo por medio de su fábrica social, la cual recibe a todas las personas de esas comunidades que quieran laborar con ellos y hacer parte de ese granito de arena que poco a poco se convierte en un techo para una familia.

Las viviendas no cuentan con baño ni cocina, lo que se busca es no fomentar que  las familias consideren quedarse en ella ni participar en la ilegalidad habitacional, pues otro objetivo de ellos es concientizar la importancia del ahorro. Es por eso que las viviendas prefabricadas son llamadas viviendas de emergencia, las cuales duran aproximadamente entre 5 a 10 años, con el fin de que las familias busquen ese ahorro y puedan en un futuro tenerla con los materiales propicios.

El Arquitecto Gildardo Quinchía Quinchía asegura que una vivienda prefabricada  es segura por tener unas normas sismo resistente, “Siempre y cuando el terreno no tenga peligro de erosión o nacimiento de agua la vivienda se puede construir en cualquier terreno”, afirmó.

Añade que las corrientes de aire también son un punto a estudiar dentro de la planeación y que por ende la organización TECHO está contribuyendo a un bienestar en tanto no construyan más de una planta, asegura que de esa manera se brinda más seguridad, confianza y resistencia tanto a las viviendas como a las familias mismas.

Barrios como Granizal, El Faro y La Nueva Jerusalén son los beneficiarios de los programas y acceso a vivienda que TECHO ofrece. Cuando la familia sale viable para la casa también deben de participar en la construcción y dar el 5% de la vivienda que son doscientos cincuenta mil  pesos, como  valor simbólico, esto con el ánimo de que las familias se proyecten al ahorro para un futuro y así dejar ese legado a sus hijos.

La organización cuenta con una inversión privada, es decir, varias empresas que apoyan económicamente para hacer posible esta labor, por esta razón Diego Gutiérrez estudiante de 8° semestre de Derecho de la Universidad Católica Luis Amigó dice que hay un acto positivo en la labor de estas compañías, porque sin importar la razón ya sea de una deducción  de impuestos  u otras razones de igual manera están ayudando a que ese bienestar ciudadano sea posible.

Latinoamérica no es un continente pobre sino injusto

El estado está en el deber de velar  por la seguridad, integridad y vivienda digna de cada individuo que hace parte de la sociedad.

Diego Gutiérrez abogado y defensor de los derechos humanos, expresa “El estado no es capaz de responder y como este tiene otros deberes que no cumple”. Existe la  Ley 1564 de 2012, artículo 152 al 158 que hablan sobre el amparo de pobreza, donde deben de brindarle soluciones a las personas de escasos recursos frente a diversas situaciones como por ejemplo, no tener dinero para pagar un abogado.

Diego aclara que es imposible garantizar vivienda digna a todas las personas, pero que el estado si está en la obligación de cumplir esas normas de protección de la Constitución, brindar alternativas y acompañamiento para que toda persona pueda acceder a una vivienda digna y tenga menos vulnerabilidad, así dejando de ser un estado ausente.

Ana María Acosta, dice que uno de los objetivo de la organización es hacer proyectos comunitarios y no atender situaciones personales dentro de la familias, por esta razón no cuentan con personal profesional de psicología u otros campos.

La Psicóloga Daniela Torres egresada de la Universidad Católica Luis Amigó afirma que si es indispensable un acompañamiento psicológico, que oriente a las familias cuando han sido víctimas de conflicto o desplazamiento.

“La conciencia no solamente se construye desde el valor económico sino desde un tema cultural y generar necesidad de cultura”, expresa Daniela quien apoya actividades y movimientos altruistas, y quien piensa que la solución muchas veces no es solo una vivienda, sino un acompañamiento social que conlleven a un auto cuidado y visitas domiciliarias para así enseñarles qué es y  cómo se trabaja el sentido de pertenencia.“Es fundamental un trabajo psicosocial porque todo debe atenderse desde la raíz de las cosas”, dice Daniela Torres.

Lo bonito de las letras y la cruda realidad

El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio tiene como objetivo primordial lograr en el marco de la ley proyectos en materia de desarrollo territorial y urbano planificado del país, la consolidación de uso eficiente y sostenible del suelo, teniendo en cuenta las condiciones de acceso y financiación de vivienda y prestación de servicios públicos de agua potable y saneamiento básico entre otros.”

Más que un techo es una muestra de que los sueños si se cumplen y aunque no es la radicación total de una problemática tan amplia como lo es la pobreza, es un gran alivio saber que se tiene techo propio, ese que cobija una familia completa, donde los cubre del sol, la lluvia y que da esperanza a miles de familias.

EL DANE es una entidad que hace encuestas de calidad de vida sobre pobreza y población entre otras, en cuanto a Colombia la última evaluación de este año en población fue en el mes de noviembre y arrojó 49.496.828 personas, entre ellas 7,4 millones son desplazados según las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en el más reciente informe, Colombia se ubica en el primer país con más desplazamiento interno. Por esta razón es ahí donde TECHO hace presencia.

TECHO endulza vidas, mezclan ideas para darle sabor a tanta vulnerabilidad que es imposible ignorar. Su proyecto más grande es ayudar a muchas familias a tener una vivienda y un mejor futuro.

La eterna primavera pujante y echada para adelante también sueña. Sueña con un cambio, allá arriba donde no hay carretera, donde hay que caminar más de 30 minutos para llegar, ahí siguen llenos de esperanza y perseverancia, esperan ese día donde el estado  los acepte como sus hijos y reconozca sus derechos como: la calidad de vida y muchas otras por las que TECHO trabaja día a día.

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