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Estamos hechos de un nuevo comienzo

Si la tierra nos cobrara un segundo por cada uno de los abusos hacia ella, de nosotros no quedaría nada.

Por: Daniela Paniagua Jiménez, Karol Dahiana Moreno. danipj44@gmail.com

 

 

¿Qué va a suceder con nuestro planeta? es una de las confrontaciones que se generan hoy en la sociedad. ¿A dónde vamos a llegar?, ¿Vamos a poder encontrar un balance entre construir ciudad sin ir en contra de nuestro medio ambiente? Pues aún en medio del desasosiego de no saber qué hacer, surgen iniciativas para la reconstrucción y el apoyo a nuevas dinámicas medioambientales como lo son Fundación Omacha, Fundación Al Verde Vivo, Fundación Siembre Un Árbol, Green Peace, entre otras. Son estas mismas las que se han preocupado por pensar en mejores opciones para el fortalecimiento del medio ambiente.

​En el Valle de Aburrá , más específicamente en  Santo Domingo, existe una propuesta que le apuesta a formar seres transformadores desde el arte y el reciclaje, es conocida como Fundación Trash Art, la cual comenzó en  la biblioteca Santa Cruz hace más de 4 años, con una idea de reciclar más didáctica y artística. David Ocampo es uno de los directores y fundadores de esta idea creativa.

David es publicista y diseñador, en los inicios de esta idea, “me causaba curiosidad que los niños llegaran a la biblioteca y se iban derecho a la sala de computadores, como robots daban ese giro”, mencionó.  A partir de este acontecimiento, se pensaron formas para que los niños también utilizaran la biblioteca para lo que inicialmente se planteó, para leer.

Al lado de esta propuesta, se organizaron talleres y se buscaron aliados como Walter, Administrador de Empresas de la EAFIT; y Laura, de Ciencias, Humanidades e Historia de la Universidad de Antioquia y Psicología de la San Buenaventura. Los ahora acompañantes de David en esta iniciativa a favor del ambiente y de las comunidades más vulnerables se destinaron a mezclar lectura, pedagogía y arte, a temas ambientales. Así como a reconstruir sitios desplazados por la violencia en el Valle de Aburrá.

Al llegar a Santo Domingo, un barrio que no tiene dueño, que no sabe a quién pertenece, como lo explica David, instalaron la fundación. Por esto, como él mismo menciona, “Descubrimos otras poblaciones donde no hay tantas posibilidades y donde no hay organizaciones peleándose el Presupuesto Participativo. Ya están, ya hay quien lo haga, hay las facilidades, hay los transportes, está el agua, la luz, en esos lugares no lo hay. Entonces, nosotros tomamos la decisión de no volver trabajar en un Medellín que no sea rural”.

Y así sucedió, no solo llegaron para transformar la poca esperanza de una comunidad amedrentada por la violencia y el polvo, también llegaron a ofrecer nuevas maneras de ver el mundo, nuevas maneras de imaginar a partir de la lectura y crear en medio de la pintura. Como ellos mismos lo asumen “nuestros pilares son: lee, crea y recicla”

A partir de aquí, se vincula el hecho de ser más que solo ambiente, ahora utilizan este recurso para crear nuevas formas de expresión, de visualizar su entorno y acomodar nuevos matices. Ya el simple hecho de ser conocidos por vivir en unas montañas alejadas de la zona urbana se cambia por sus creaciones, ladrillos pintados contando sus historias de vida, un barrio renovado a mano de los niños y jóvenes.

Escuche la entrevista completa a continuación:


Ante la voluntad de unos pocos no se puede evadir la realidad, no se puede ocultar la mirada de aquellos que aseguran que “vamos a ver caer árboles porque están enfermos, el aire de Medellín es de muy baja calidad” así lo resaltó Fabio Vélez Macías, jefe de Escuela Ambiental de la Universidad de Antioquia. A lo que añade: “Soy pesimista, y creo que estamos escribiendo la historia para mostrar cómo esta población desapareció del planeta”.

Vélez enfatizó en que no todo está perdido pero aseguró que “Medellín ya no puede soportar más carga de población, está saturada” y según su conocimiento, afirmó que se deben tomar medidas a nivel de ciudad para generar cambios más grandes, como “la creación de nuevas ciudades”.

Así mismo, Fabio aseguró que para crear ciudad sin atentar contra el ambiente es necesario que todos participen, “la educación de todos, es un juego donde obviamente deben tomar parte las administraciones como la población, o sea todos nos debemos sentir aludidos».

Por otro lado, está el poco apoyo de parte de las entidades medioambientales para estos proyectos e iniciativas. “Actualmente no se tiene ninguna fundación para el aprovechamiento directo, en la parte urbana”, aseguró Rodrigo Alzate, experto en recolección y reutilización de residuos sólidos de la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín.

Sin embargo, Alzate aclaró que se espera que con el Presupuesto Participativo, en aproximadamente nueve comunas de la ciudad se eduque para la recolección de todo tipo de desechos y el fortalecimiento de recicladores, la educación en estos temas y actividades de sensibilización.

​En este caso, Trash Art materializa con acciones muchos de esos proyectos pensados para la educación en las problemáticas ecológicas y ambientales. Para llegar a lo que ahora son, un movimiento que se instaura en las calles de San José del Pinar, cerca de Santo Domingo, para alejar a los niños y jóvenes de sus realidades violentas, un movimiento que poco a poco va construyendo el Museo Urbano a base de las historias de aquellos que quieren plasmar su propio escenario en el óleo de la esperanza y la creatividad.

David afirmó que desde que se formó la idea querían hacer algo innovador aunque no eran conscientes de su magnitud. “Hablábamos que queríamos hacer un rayón en la educación’’. Así fue como, paso a paso, construyeron la fundación en esta población. Isaac, uno de los jóvenes que asiste a Trash Art, mencionó que le gusta ir porque puede compartir e ilustrar. Él asiste hace dos años, el mismo tiempo que lleva de creado el proyecto en el Pinar.

Fotografía: Karol Moreno
Fotografía: Karol Moreno

En Trash Art hay espacio para pintar, dibujar, leer y escuchar cuentos, rapear y reír. Los sábados a la 1 de la tarde se abre el telón para expresarse y dejar que pasen las horas tras los trazos del pincel. David recorre las zonas del San José del Pinar en busca de más niños que se quieran sumar a este proyecto.

Esta fundación también se une con otras comunidades de la comuna 13 para disfrutar y compartir sus conocimientos. Trash Art ha participado en la Fiesta del Libro y la Cultura en Medellín y se fueron consolidando como un salón que construye todas sus piezas en material reciclable. Uno de los que tuvo más acogida fue “Lectura Viva con el submarino de Julio Verne”, en donde se dieron cuenta que la educación aliada con el juego era una de las mejores maneras para lograr transformaciones a nivel pedagógico de los participantes y por supuesto, de los niños pertenecientes a la fundación.

Diversas voces se refieren a todo lo que significa educar en el reciclaje pero es realmente la acción, la única capaz de generar cambios a nivel rural y urbano. Trash Art le apuesta a seguir creciendo, le apuesta a que su territorio deje de ser reconocido como espacio de destrucción y desolación, le apuesta a la educación, le apuesta a esa transformación construida a base de expresiones artísticas y musicales.

​Se sigue a la espera de que proyectos como este logren marcar la diferencia en un territorio y en una ciudad que necesita de manera urgente prestar atención a los procesos ecológicos y ambientales, que todos como seres pertenecientes a la sociedad, debemos tener.

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