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Carnetización para músicos del canto litúrgico

Tomado de: Sacrificio de alabanza

La Arquidiócesis de Medellín hace aproximadamente dos años y medio abrió un programa de formación para la carnetización de los ministros del canto litúrgico, liderada por el Arzobispo Ricardo Tobón Restrepo. «Esta es un iniciativa misma de la iglesia que tiene el objetivo y la necesidad de instruir al laico comprometido, para que estos canten de forma correcta, eviten abusos en la liturgia  y se enriquezcan o potencien las cualidades que Dios le ha regalado». Explicó Alexander Pareja Botero, delegado arzobispal para los ministerios litúrgicos confiados a los laicos.

Para Pareja Botero «esta serie de acompañamientos no se hacen con el fin de dar un carné, sino para hacer ministros del canto litúrgico». El ministerio no lo otorga un carné, ni un carné hace un ministro. Sino que el ministerio es algo que la iglesia regala a aquellos que tienen un don y lo quieran recibir. Aclaró.

“Es apremiante capacitar personas o coros que sepan seleccionar los cantos, entonarlos adecuadamente y ayudar a todo el pueblo a experimentar, mediante ellos un diálogo salvífico con Dios“. Añadió el Arzobispo de la ciudad de Medellín, Ricardo Tobón Restrepo.

Para el presbítero de la Parroquia la Sagrada Familia, Jhon Fredy Gil Gallo, “la propuesta que hace el arzobispo es muy necesaria. El que canta en la eucaristía debe tener conocimiento y una debida preparación en la liturgia”. Igualmente dice que la carnetización se hace para que las canciones en las celebraciones tengan un orden correspondiente, unos espacios y un tiempo correcto.

De acuerdo con la declaración de Fabio Jaramillo, presbítero de la Diócesis de Quibdó, los cantos tradicionales como el: gloria, el cordero, el santo, señor ten piedad; se deben respetar y no se deben excluir de la eucaristía, ni cambiarlos por otros.

Gil Gallo, por otra parte resalta la importancia de diferenciar la música católica de otro tipo de canciones religiosas (protestantes) o comerciales, que son respetables, pero que no tienen nada que ver con la liturgia.

“Cantar música comercial en la eucaristía es desvirtuar la celebración, porque este tipo de composiciones no invitan a la contemplación, ni a la reflexión”. Apuntó Carlos Mario Posada Arroyabe, párroco de la Iglesia la Sagrada Familia.

También dice que algunas canciones pueden ser representativas, agradables y conocidas por la sociedad, pero no es pertinente cantarlas en una eucaristía, porque sus letras pueden llegar a causar diferentes sentimientos e interpretaciones de las celebraciones.

Para el presbítero Jaramillo, no es problema que se interprete una canción comercial en matrimonios, entierros o aniversarios, si esta trae consigo momentos de gratitud, recordaciones o si son significativos para la persona. “Estos cantos son bienvenidos al final de la misa, mas no durante ella”. Explicó.

Hay prácticas en los cantos que generan confusión y controversia. “Muchas de las canciones interpretadas por nosotros a lo largo del tiempo, que creíamos que eran católicas y que los sacerdotes nos dejaban cantar, son de autores protestantes”. Afirmó Santiago Urrego, integrante del ministerio de música sabor a cristo.

De igual manera, indica que “hay cantos protestantes que ya se quedaron en la memoria de los feligreses, como lo son el caso de: Renuévame, Sumérgeme, La niña de tus ojos, El espíritu de Dios, entre otros”.

Juan Pablo Jaramillo, feligrés católico, opina que “los cantos protestantes no se deberían de prohibir, pues son los que más atraen a las personas, animan la celebración y dan pie para alabar a Dios”.

Por otra parte, indica que la iglesia católica debería de actualizarse y difundir más su música, para que su comunidad y sus ministros tengan un repertorio más amplio y empiecen a adoptar nuevas canciones en la eucaristía.

“Hacer una carnetización para cantar sería limitar la alabanza hacia Dios. La música es un vehículo para glorificarlo independientemente del credo de cada persona, por lo tanto, es una obra artística que puede ser aprovechada por todos los que quieran hacerla”. Manifestó el Pastor Jhony Ersain Rodríguez Osorio, de la iglesia centro de alabanza. De igual forma, asegura que la iglesia protestante no tiene problema que se interprete su música en otros escenarios religiosos, si su intención es alabar a Dios.

Además reconoce que no tienen la necesidad de cantar música católica. Pues tienen un abanico de canciones muy extenso y las canciones católicas se han quedado en el tiempo y no han actualizado su repertorio. “Si tuviéramos la necesidad en un momento dado de entonar una canción católica y esta habla de un mensaje que llegue al corazón de la persona, no tendríamos problema en interpretarla”. Infiere.

“A partir de la renovación carismática y grupos de oración católicos, se incorporaron muchos cantos de la iglesia protestante”. Reveló el presbítero Jaramillo, que a su misma vez dijo que estos cantos de perdón, acción de gracias y de alabanza gustaron mucho y la iglesia de una u otra forma los fue adoptando.

“Cada cosa en su debido lugar”, son las palabras de Pareja Botero al preguntarle sobre la música protestante en la eucaristía. Sin embargo acepta que lamentablemente se ha abusado de la música litúrgica y hemos llevado a nuestros templos canciones profanas, música del folclor nuestro y los cantos de nuestros hermanos separados.

Para Pareja Botero “el desconocimiento de la gran riqueza en melodías, partituras y letras que nosotros, como católicos, tenemos en nuestros repertorios, es lo que nos lleva a recurrir a otros medios”. Por esta razón se acudió a un proceso de formación y carnetización de los ministros de música. Concluye.

Daniel Correa
Estudiante de Comunicación Social, apasionado por la música y el fútbol.
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