LA GENERACIÓN ARROBA
Por: Alonso
Quiroz Montoya

“Los estilos
juveniles emergentes en este cambio de milenio,
más que en las fronteras
enfatizan en los paisajes, más que en las
jerarquías remarcan las
hibridaciones, y más que
las posiciones resalran las conexiones”
Carles feixa
“Hasta que el correo electrónico
lo convirtió en el icono de la era digital,
el símbolo @ era una tecla olvidada en
el teclado. Había tenido, siglos atrás,
su primera época de gloria: abreviaba la
palabra latina "ad", que significa "a"
o "sobre". En la Edad Media los escribas
europeos lo utilizaban para unir palabras. Luego
fue una medida de peso, pero cayó en desuso.
En septiembre de 1971 Ray Tomlinson la rescató
convirtiéndola en un símbolo imprescindible
en Internet” (http://www.udec.cl/~dbaeza/anexos.html).
Con la aparición de la
Internet han surgido cuestionamientos acerca de
utilizar un vocablo para designar la generación
actual, debido a que es evidente que un cambio
de siglo origina un cambio de ideas y de formas
de vida, y estas últimas se concretan en
un nuevo medio de comunicación. Con el
fin de acercarse a un concepto de “nueva
generación”, se han escuchado nombres
como generación en red, sociedad digital,
generación homo digitalis (éste
último utilizado por José B. Terceiro),
aunque sin llegar a un consenso.
En efecto, la simpatía
de los jóvenes con esta revolución
tecnológica y comunicativa ha generado
grandes cambios socio-culturales, que se reflejan
en su entorno; como consecuencia, es probable
que se esté viviendo una nueva era con
un individuo que posee una ambigüedad ideológica
intervenida por los mass media. Esa ambigüedad
ideológica y la indecisión vital
de muchos jóvenes es posible que siempre
se hayan encasillado en nombres de generaciones
que recopilaban los deseos, costumbres y “arrebatos
de cada época”.
Por
ejemplo, la última generación del
siglo XX fue bautizada con el término “generación
X” por el escritor norteamericano Douglas
Coupland, para sugerir compactar la estructura
socio-cultural de los jóvenes y los referentes
que los identificaban.
Al buscar el nombre de la nueva generación
para ubicar al joven de hoy, es necesario aclarar
que el hombre de la actualidad ha acumulado muchos
conocimientos culturales, tecnológicos
y científicos, lo que ayuda a perfilarlo
dentro de un ambiente donde “la extensión
y comprensión del sistema de conocimiento
de un universo más mecanizado”, como
lo afirma Dominique Wolton en su libro Sobrevivir
a Internet, hace más necesario la experiencia.
De este modo, la “nueva
generación” demuestra tanto “el
acceso universal a las nuevas tecnologías
de la información y de la comunicación”
como “el rompimiento de las fronteras tradicionales
entre los sexos y los géneros” (Revista
Nómadas # 13), permitiendo que en el proceso
de globalización cultural, y compactando
todo esto en Internet, se pueda encontrar “la
Era digital”, y en ella la juventud como
“generación @” , tal
como lo propone Carles Feixa en esta misma revista.
Vale decir -en particular para
los jóvenes- que el ciberespacio, por un
lado, obliga a la creación de vocabularios
que se sustenten en universos simbólicos
paralelos al mundo virtual y a las nuevas tecnologías
y, por el otro, ofrece oportunidades de satisfacción
para las necesidades expresivas, las cuales se
materializan al utilizar la @
como parte de un reconocimiento, nombre o identidad
en la Red. Este caso se puede ejemplificar con
las conversaciones en salas de “Chats”,
donde el uso de iconos o imágenes (caritas
felices, enojadas, sonriendo, el guiño,
y otros) sustituye algunas palabras y crea un
nuevo lenguaje de símbolos que sólo
en el ciberespacio toman una connotación
más fácil de entender por los “inquilinos”
de la era digital.
Génesis de la nueva gener@ción
En 1971, en Massachusetts (EEUU),
Roy Tomlinson (ingeniero emprendedor de ARPANET
de la compañía BBN Technologies),
al tratar de solucionar un problema de interconexión
de redes para su compañía de trabajo,
descubrió que podía enviar mensajes
de texto y ficheros a cualquier computadora en
el mundo interconectada a la red.
“El primer mensaje de texto
que envió Tomlinson llegó a una
computadora a pocos centímetros del emisor...
y las primeras letras que tuvieron el honor de
viajar por la red fueron “QWERTYUIOP”...
”, (www.unespacio.com), convirtiéndose
en el primer e-mail del ciberespacio, y la primera
dirección electrónica de la historia
fue Tomlinson@bbn-tenexa.
De
esta manera, aparece, con la propagación
de la Internet, un nuevo formato de comunicación
llamado e-mail o correo electrónico, reforzando
el sueño utópico de un mundo sin
fronteras con el factor tiempo a favor. El e-mail
se ha convertido en una herramienta imprescindible
para los dueños de la “generación
@” por ser
uno de los sistemas de comunicación de
la red, bien sea por su rapidez, interacción
y eficacia para enviar y recibir información
o bien, por despertar la sensibilidad del “joven
@” en las letras
del “otro”.
Futuro
de la generacion @
Además de tener connotaciones
informáticas, identifica una nueva generación
y un nuevo estilo de vida por su universalidad
y la afinidad que simbólicamente posee
con cada individuo internáuta. Posiblemente
el joven de la generación @
crea que todo va a cambiar con Internet, debido
al impacto tecnológico que revive y penetra
más en él cada vez que tiene un
viaje por las autopistas cibernéticas,
y a que tecnologías como la radio y la
televisión, separadas del ciberespacio,
toman un aire de antigüedad. Además,
la experiencia que la educación, los servicios
y el ocio virtual dejan en la vida del internáuta
pueden crear en él la certeza de que la
tecnología marcha a la par con la innovación.
Luego de conocer cómo
las industrias culturales han alcanzado dimensiones
inesperadas, al punto de dar comienzo a una nueva
generación, a una nueva era, es necesario
reflexionar sobre cómo absorber la información
extraída de Internet, sin caer en el consumismo
y en la aventura tecnológica y sin dejar
de revisar lo que verdaderamente debería
tener sentido para cada “joven @”:
"el contenido", que en otra perspectiva,
serían los puntos de convergencia entre
la tecnología y la comunicación
ligados a las actividades humanas y al bienestar
social.
En última instancia, la
generación @
-a la que el desprevenido lector de este artículo
pertenece- es la encargada de cumplir el reto
de escribir su propia historia, traspasando fronteras
geográficas e imponiendo nuevas bases de
solidaridad y estilos de vida ante los individuos.
Así mismo, debe hacer de la red un “lugar”
donde el “joven @”
esté señalando un camino , familiarizando
y humanizando todo lo vivido en ella, y, por medio
de la creatividad y un pensamiento humanista e
innovador, pueda cruzar los países, las
lenguas y las clases sociales, haciendo de la
comunicación un instrumento “para
ayudar a los hombres a vivir juntos en sociedades
brillantes” (Oliver Jay).
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