-DANZA EN EL AGUA-
Por: Manuel Zapata Zuluaga
Antes
de convertirse en modalidad olímpica, el
Nado Sincronizado era literalmente, algo perteneciente
al cine.
A partir de los espectáculos acuáticos
con acrobacias presentados en los estados unidos
a comienzos del siglo XX por la nadadora Annette
Kellerman, la modalidad fue desarrollada por Katherine
curtis, que asoció figuras hechas en el
agua por cuerpos de nadadoras, acompañadas
por música, y llegó hasta los musicales
del estudio MGM protagonizados en las décadas
de 1940 y 1950 por Esther Williams.
Tras
una presentación de los alumnos de Katherine
curtis en la feria “Siglo del Progreso”,
realizada en la ciudad estadounidense de Chicago,
en 1933 y 1934, el nadador olímpico Norman
Ross acuñó el término “Nado
Sincronizado”. Su formato actual fue desarrollado
en esa misma época por el estudiante norteamericano
frank Havlicek.
En Colombia los departamentos de Antioquia y Valle
son potencia en Nado Sincronizado, pese al escaso
apoyo económico y la poca difusión
en los medios de comunicación. Es uno de
los pocos deportes, limitados solamente a mujeres,
que disputan en solos, duetos o equipos de ocho,
haciendo figuras obligatorias y libres en una
piscina, y son evaluadas en cuanto a la técnica
y la creatividad por jueces. Cuando hay una presentación
de estas jóvenes, las tribunas de la piscina
olímpica “César Zapata”
son poco concurridas, teniendo en cuenta que cuando
el tren pasa por la estación estadio, los
pasajeros dirigen su mirada hacia el lugar, y
en medio de asombros, inclinan más sus
cabezas para verlas actuar, en ese instante, los
padres de las competidoras, no necesitan mover
sus cabezas, sus ojos sólo están
atentos hasta el momento en que termina una de
las presentaciones de las deportistas, la cual
tiene una duración de tres a cuatro minutos
y medio dependiendo de la rutina.
El
gasto económico y de tiempo que ellos
invierten es tan riguroso como la disciplina
de sus hijas, pues en medio del sol y la
lluvia son siempre sus padres, una fuente
de ánimo. “Los
paisas para ganar, ganar para vivir”; “Con
figuras y rutinas, siempre el triunfo obtendré”;
son, entre otros, los cantos que las integrantes
de “Sincroantioquia” y sus acompañantes
entonan en medio de la competencia.
Para recoger fondos que garanticen la supervivencia
del club, las bailarinas del agua, como se les
conoce, hacen espectáculos en fechas especiales
como la Navidad, La Feria de las Flores, exhibiciones
en colegios, hoteles y municipios donde INDEPORTES
E INDER les fomenta su calidad de trabajo. Sus
padres se encargan de vender bonos y a través
de recolectas con la venta de comidas rápidas,
aumenta
sus fondos.
El
apoyo del gobierno es manifestado sólo
cuando se representa al país en competencias
internacionales y con deportistas de alto rendimiento.
Por falta de sustento, cada vez que las nadadoras
se desplazan en concentración hacia otras
ciudades preparándose para representar
a Colombia, deben ser recibidas en las casas de
las nadadoras locales. Ellas diariamente entrenan
tres horas y cuando se acerca una competencia,
de seis a ocho horas.
“Exijo mucha entrega en los entrenamientos,
para que luego la competencia, sean tomadas por
ellas como un descanso”(Gustavo Álvarez.
Entrenador.)
“Los padres mensualmente dan una cuota de
46.000 para el pago de entrenadoras y entrenadores,
secretarias y obligaciones contraídas”
dice Álvaro Betancur Cardona, presidente
del club “Nado Sincronizado de Antioquia”,
quien no recibe remuneración alguna, “trabajo
en esto porque me motiva la calidad de niñas
deportistas que se esmeran para lograr un alto
nivel de competencia y ver que es poca la dirigencia
deportiva en esta disciplina”.

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