Universidad Católica Luis Amigó

Centro Regional Manizales

Un experiencia inolvidable

Publicado por Cmunoz el 5/8/2019 (1624 lecturas)

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Juan José Orozco González.
Estudiante del Programa de Negocios Internacionales, IX semestre.
Intercambio académico a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco – México.

Negocios Internacionales, siempre estuvo entre mis planes el estudiar en el exterior. Después de 4 años, y gracias a la Universidad Católica Luis Amigo, a mis exhaustivos esfuerzos y sobre todo a mis padres, logre cumplir quizá uno de mis mayores objetivos, y el de cualquier joven que ama la academia, estudiar en una Universidad extranjera.

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Villahermosa-Tabasco. El lugar que escogí para realizar mi pasantía investigativa y el cual se convertiría en mi hogar por el siguiente mes y medio, una ciudad mágica ubicada en el Sureste de México, donde se respiraba tranquilidad y las temperaturas ascendían a los 37 grados centígrados. La casa de estudios en donde adelantaría mi investigación se encontraba a 15 minutos del apartamento que estaba rentando, así que a diario caminaba a la Universidad bajo el intenso sol de Villahermosa. Al llegar a la entrada principal era posible observar un imponente monumento que, por su postura, pareciese que resguardaba la entrada al lugar más sagrado de la Universidad, la Biblioteca. más adelante podía leerse, “Universidad Juárez Autónoma de Tabasco”.

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La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco se encontraba bordeada por una laguna, conocida como la laguna de las ilusiones, que dotaba a la casa de estudios de un toque mágico, como si se tratase de una isla sacada de un cuento de Edgar Allan Poe. Toda clase de Lagartos podían ser avistados en las inmediaciones de la laguna, eran parte del ambiente universitario, inclusive los más vistosos tenían nombres, y no resultaba extraño verlos pasar cuando disfrutaba de unas deliciosas “enchiladas”.

“En esta isla del saber” aprendí demasiadas cosas, cuando descubría algo nuevo, venía acompañado de otro par de interrogantes y me sentía invadido de ese sentimiento de querer resolverlos y alimentar mi curioso espíritu, pero terminaba por darme cuenta que entre más adquiría conocimientos, mayor era el número de preguntas que quedaban rondando en mi cabeza. El Doctor Arturo Martínez de Escobar, una de las personas más sabias que he tenido la oportunidad de conocer, fue mi asesor durante mi instancia investigativa y el encargado de resolver gran parte de los interrogantes que me surgían en el desarrollo de mi trabajo de grado. Tuve la gran fortuna de haber aprendido del Dr. Arturo como redactar artículos científicos, como utilizar correctamente las Normas APA sexta edición, como buscar información en bases de datos validadas por la comunidad científica para enriquecer mi estado del arte y construir mi marco teórico con teorías fundamentadas.

Adicionalmente, tuve la oportunidad de asistir a un curso-taller sobre Gestores Bibliográficos en los cuales aprendí a usar Mendeley, un software que permite captar los metadatos de los artículos de manera automática y facilita el proceso de citación, creando automáticamente la bibliografía. En el curso taller también estudie sobre Turnito y Autentícate, dos herramientas importantísimas en el desarrollo de cualquier proyecto de investigación, puesto que capturan todas las fuentes utilizadas y nos permiten conocer de primera mano que porcentaje de plagio tiene nuestra investigación u artículo científico, y de esa manera nos ayuda a trabajar en nuestra producción propia y nos permite otorgar los derechos a los respectivos autores que sirvieron de referente teórico para nuestro proyecto.

Dejando a un lado la academia, esta pasantía investigativa también me dejo consigo muchas experiencias personales. Crecí mucho como persona, aprendí mucho sobre mí mismo y sobre cómo enfrentarme a situaciones de adversidad, conocimientos a los que no tendría acceso si no hubiese decidido salir de mi zona de confort. El haber vivido solo fuera de mi país me enseñó a valorar pequeños detalles que daba por sentados estando en la comodidad de mi hogar; un almuerzo preparado por mi madre; un café con mi abuela; tener a alguien que te espere después de una larga jornada de estudio; las tertulias con mis amigos; los ladridos de mi mascota; el sonido de mi guitarra. Si bien el choque cultural fue fuerte, me encontré con personas muy acogedoras que me brindaron su tiempo y su amistad para hacer más amena mi estancia en México, pareciese que fuéramos viejos amigos, rara vez siento conexiones tan especiales con personas que recién conozco. Debido a que mi maestro asesor vivía a poco más de una hora de la capital, donde me estaba hospedando, no tenía el tiempo suficiente de enseñarme la ciudad y todas las atracciones que esta tiene para los jóvenes turistas; así que fue de la mano de otros maestros y de amigos que conocí, que al igual que yo, se encontraban allí en la calidad de estudiantes de verano científico, que tuve la oportunidad de conocer los lugares más representativos de la ciudad; diferentes museos y parques que narraban la historia de tabasco; su pasado; sus costumbres; Sus personajes más representativos, sus culturas prehispánicas. en el museo de “la venta” tuve la oportunidad de conocer de primera mano la cultura maya; sus rituales; sus figuras más representativas; su manera de percibir el mundo; pues eran unos adelantados para su época.

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Faltando tan solo un día para regresar a Colombia, tuve la oportunidad de visitar una zona arqueológica del periodo clásico de la civilización maya, un lugar mágico, que se desarrolló entre los años 700 a.C. y 900 de nuestra era. La única ciudad maya construida en ladrillo cocido, en donde pude apreciar ruinas misteriosas, experimentar una sensación de tranquilidad total y escuchar el rugido de los jaguares que se encontraban en la profunda selva que rodeaba este lugar ancestral.

Para culminar, quisiera invitar a todo aquel estudiante que se encuentre leyendo este reporte que documenta mi experiencia investigativa en Villahermosa-Tabasco, a que “se suban en hombros de gigantes para poder ver más lejos”, que vayan más allá de los límites que les impone su propia mente, y a que se diviertan mientras aprenden, nunca terminen un día sin aprender algo nuevo, solo usted tiene el poder de conquistar la vida que siempre han soñado. El estar lejos de casa en un mundo nuevo para ti te hace crecer como persona, te hace más maduro e íntegro, té forma en criterio y te da lecciones de vida que no puedes encontrar en tu zona de confort. Luchen por lo que aman y si aún no lo encuentran, aún están a tiempo"