Oficina de Comunicaciones y Relaciones Públicas

Oficina de Comunicaciones y Relaciones Públicas.

Nuestra Gente

Jhony León Madrid Imbachi

Enviado por Carlos Alberto Muñoz Henao el 26/4/2017 13:00:00 (767 Lecturas)

NG18.jpg

¿QUIÉN ES?

Se define como una persona alegre y solidaria: “siento que la vida se va muy rápido y hay mucho por hacer, por sentir, por crear y por experimentar. Por momentos miro el futuro con preocupación, que  impide vivir el ahora”.  

En su vida hay varias pasiones que se ha encontrado en el camino: el diseño gráfico, como el arte de lo sentidos; el deporte, como un medio para vivir en armonía; y ayudar a los demás, como una forma de sentir que la esencia del ser humano está en servir con amor, desprevenido de cualquier asomo de recompensa.


¿QUÉ QUIERE?

Inspirar a las personas que se topa en el camino, mostrarles que son capaces de hacer lo que piensan y quieren. Dentro de sus metas inmediatas está terminar su carrera de Diseño Gráfico, seguir fortaleciendo su trabajo en la Funlam, pues, según él: “aquí encontré algo que llevaba buscando y es el crecimiento como persona”. Quiere, además, fomentar en comunidades vulnerables estilos de vida saludables y prósperos, labor que viene desarrollando con empeño y dedicación con los jóvenes de la Fundación Pasión y Corazón, comunidad del municipio de El Santuario, que se han convertido en un proyecto social que ha engrandecido su espíritu y le ha dado sentido a su existir.

¿QUÉ LO HACE VIBRAR?

“La música me transporta; el deporte me dinamiza; el trabajo  me apasiona y recibir ´unas gracias o un abrazo´ cuando puedo ayudar a alguien a encontrar su destino, me hace pensar que vale la pena tu paso por el mundo. La sonrisa de los niños de la fundación, verlos alcanzar sus sueños es muy gratificante”, concluye.

¿PARA DÓNDE VA?

Así, sin ataduras, sin prejuicios, sin juzgar a nadie y construyendo día a día su razón de vida, Jhony va armando poco a poco el rompecabezas de su existir, buscando en propios y extraños las piezas precisas que encajen en el molde que ha creado. Ya cuando pasen los años, cuando el andar sea lento, las arrugas hayan ajado su rostro y las canas hayan trazado líneas blancas en su cabello, dirá con satisfacción: Gracias Dios por el deber cumplido.